Hermandad Wow

Este debate tiene 19 respuestas, 5 mensajes y ha sido actualizado por última vez el hace 12 años, 5 meses por Jess.

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  • #16239


    Jess
    Participante

      Por cierto me han vuelto a banear del foro del Wow. :silly:

      Tres días esta vez. Qué delicada es la gente, madre mía.

      :despollo:

      pd-A todo esto y referente al topic.. WARLOCK POWER!

    • #16687


      Nacho
      Participante

        Putos hordos de mierda, algun dia sus metere una flecha por el culamen, ademas que a los orcos les tengo especial asco y a los elfos de sangre los odio tambien bastante.

        Zul’jin server (cada dia mas petado de horda)

      • #16741


        osODIOaTODOS
        Participante

          Tío, ya sabes que yo soy ali 100% (100% humano, de hecho) pero por cuestiones de malas compañías juego con elfos de sangre. :dry:

        • #16877


          Arenita
          Participante

            Putos hordos de mierda, algun dia sus metere una flecha por el culamen, ademas que a los orcos les tengo especial asco y a los elfos de sangre los odio tambien bastante.

            Zul’jin server (cada dia mas petado de horda)

            ç

            Hola Kroketazo!

            A mi la Horda me la trae floja, lo que me gustan son los elfos de sangre. Mi mago gay es una máquina de matar. Mage rules. Mage rules. Mage rules. :woohoo: :woohoo: :woohoo:

          • #16925


            Nacho
            Participante

              dios una invasion de Belfos :(

              y encima un mago, de esos que van 10 a matar a uno y ese uno los congela, se mea en ellos y si sabe hacerlo bien, mata a un par antes de caer, joe tengo miedo :unsure:

            • #17502


              osODIOaTODOS
              Participante

                Sermón “de el Heroísmo”
                Predicado por Lerindal vel Noerth ante la Corte del Sol
                el domingo día 23 de enero de 2011.

                Amigos, hermanos, compatriotas. Miro al frente y veo entre vosotros caras ya conocidas para mí, lo que hace que sienta que estamos en el camino correcto de un pueblo robusto y sano, santuario del más formidable espíritu. Miro al cielo y observo como el Sol se retira una tarde más culminando su triunfo sobre las sombras. Sombras que ahora se atreven a enseñar su rostro orgulloso, y aun más temeroso, pues asoman sus negras facciones solo cuando Belore se aparta, conscientes de que sólo podrán campar hasta que el Sol Eterno vuelva a vencerlas como cada mañana en su eterna Victoria.

                La Eterna Victoria, sublime, poderosa y heroica, sagrada porque obedece a las Voluntades más altas, absoluta porque jamás ha sido ni será derrotado. De la heroicidad del Sol, hermanos de sangre, trataré el domingo que viene; mas disculpadme hoy si lo dejo a un lado, no apartado sino reservado y siempre tenido en cuenta, para comentar a su Luz el heroísmo que a nosotros nos asigna.

                El domingo pasado comentaba la forma de orar a Belore, la manera de realizar nuestras peticiones y de cómo estas debían ser. Señalaba que no debemos pedir que Él haga, sino rogar que nos de claridad para desenmascarar las debilidades y los problemas, y nos conceda fuerza para vencerlos nosotros. La razón de ello es la que me trae hoy aquí, con vosotros: el heroísmo.

                El heroísmo de la voluntad, el heroísmo de la constancia, el heroísmo de la entrega incondicional a nuestro pueblo, SU pueblo, y por ello a ÉL. El heroísmo es la marca que nos diferencia y que sellamos con nuestro empeño; mostrando con nuestras peticiones y acciones la importancia que le damos al sagrado interés por perfeccionar, superar y progresar en el camino hacia la perfección que sólo a nosotros nos será concedida en el fin de los días.

                Nuestra misión en esta vida, compatriotas, es la de alcanzar la más alta meta que nos podamos atrever a señalarnos. El más lejano y difícil objetivo que supere nuestras posibilidades, porque no hay merito en alcanzar un destino que sabemos de antemano que podemos conquistar. El bravo esfuerzo de poner la línea más allá de lo prudente es lo que nos llevará a alzar el rostro desafiante a los cielos; rostro desafiante que Belore espera ver en todos y cada uno de sus Hijos, porque es el rostro desafiante con el que Él aleja a sus enemigos al igual que la cera huye temerosa de la ira del fuego.

                Distingamos ahora, amigos, el camino correcto que nos lleva a la gloria del tentador atajo que solo a la perdición del peor de los fangos nos arrojará antes de darnos cuenta, sin siquiera poder volver la vista hacia el punto en el que nos desviamos de la senda del Sol.

                El heroísmo ha de ser un sacrificio incondicional, una intención sublime y no codiciosa, con vistas a nuestro espíritu y no a nuestro beneficio más inmediato y mundano. Dirijamos, pues, a lo Eterno nuestra mirada y nuestro empeño. De no ser así, hermanos, podréis labraros un nombre en esta vida con acciones heroicas y valerosas, claro que sí, pero sabed que si no las habéis realizado a la Luz del Sol Eterno puede que estéis “muertos” y no lo sepáis. Cuando muráis de nada habrá servido.

                Qué terrible es saberse muerto, lo se, que horrible visión es el pensar siquiera que cuando acaben nuestros días nada tendremos al no haber forjado nada cuando pudimos.
                Permitid que ilustre con el ejemplo de la forja lo que Belore espera de nuestro heroísmo.
                Somos fuertes como el acero, orgullosos y fornidos. Nuestra entrega y fe nos concede el fuego necesario para que nuestro espíritu arda con entusiasmo y nos lleve a sentir nuestro deber. Ese deber del acero incandescente, en el que la fe nos convierte, nos empuja a vivir con valor y a realizar empresas que golpean un molde en el yunque del tiempo. A lo largo de nuestra vida vamos forjando en él ese molde del que tomaremos nuestra forma una vez abandonemos estos cuerpos cuando nos llegue el momento. La muerte, en este caso, sería la nieve que enfría y solidifica instantáneamente toda nuestra vida, asignándonos para siempre el resultado de nuestro mérito.

                Una vida encaminada a las altas miras y que desafíe a la debilidad forjará la forma que Belore aguarda a su lado para reinar sobre los astros y seres. Mas una vida igualmente heroica pero encaminada al mero beneficio personal nos creará un nombre, como comentaba, pero también un molde deforme que dará como resultado una forma que no complazca a Belore, por lo que siendo de total inutilidad para Él la apartará de su lado y la arrojará al abismo.

                Muchos diréis, “Lerindal, se que no he hecho nada por el pueblo del Sol Eterno y temo ahora no ser de su interés cuando muera ¿Debo aceptar mi desdicha y asumir mi desgracia?” Yo os digo, amigos, que de ninguna manera, que hasta el último momento antes de morir podemos forjar nuestro molde y tomar la forma adecuada para la eternidad. Hasta el último suspiro somos y seremos los Hijos del Sol, y por lo tanto estaremos capacitados para mostrar al mundo lo que somos capaces de hacer por los nuestros. Pues Él no se equivoca al elegirnos. A ninguno.

                Esto nos lleva a un delicado punto, con el que quiero concluir: la oportunidad que por derecho todos tenemos. Todos conocemos a algún hermano o hermana de sangre que haya llevado una vida miserable, despreciable y delictiva, una vida oscura y espantosa, que sea un criminal y que se merezca nuestro odio y condena. El desprecio no nos debe llevar necesariamente al perdón, pues en esta vida hay muchas cosas imperdonables, pero sí que puede llevarnos a la santa concesión de la oportunidad. No hay heroísmo mayor que el de dicha concesión, pero es difícil, nosotros les odiaremos mientras vivan, o mientras vivamos.

                Por ello, compatriota que has llevado una vida indigna y estéril, a ti me dirijo ahora. Te digo que seguramente debas buscar esa oportunidad tú sólo, pues te has ganado a pulso que te demos la espalda, mas escucha, aun habiendo perdido el reconocimiento en esta vida aun puedes salvar tu eternidad con el heroísmo. Hayas sido un delincuente, un malvado, un traidor… no pienses que vas a tener tiempo para rectificar al escuchar lo que he dicho “Hasta el último momento puedo vivir así y cuando vaya a morir arrepentirme y enderezar el rumbo” dices, pero te contesto que no, que tu no sabes cuando la muerte te va a llegar, quizá sea esta misma noche cuando la inesperada nieve del fin de tus días te solidifique y te condene. Hazlo ahora, te lo ruego. Ahora que estás a tiempo. Arrójate al supremo heroísmo por el pueblo del Sol, es quizá tu última oportunidad para no verte precipitado en el Vacío Abisal. Dirige tu última voluntad hacia Belore, hacia Su Reino en el mundo y sus representantes. Marcha al frente y lucha hasta la muerte por Quel´Thalas y así podrás tener la oportunidad de enmendar esa vida que sólo odios y desprecios ha creado.

                Nosotros puede que jamás te perdonemos, nosotros no querremos luchar a tu lado, pues el valor de los soldados de Bien no debe verse enturbiado por aquellos que han obrado de manera tan miserable. Puede que jamás reconozcamos tu última entrega y que jamás te recordemos como un héroe, es más, posiblemente nuestros hijos sigan maldiciendo tu nombre, pero, piensa, te lo suplico, ¿Qué es ello comparado con la salvación de tu alma?¿Qué es ello comparado con la posibilidad de pasar al “otro lado” con la seguridad de tener una eternidad en plenitud, regia, y en Gracia junto a Belore Triunfante?.

                Nosotros, los demás, no descuidemos nuestro molde, golpeémoslo a diario bajo la Luz del Sol, velemos por él, fortalezcámoslo, démosle forma, ofrezcamos nuestro sacrificio a nuestra gente, luchemos por la justicia de nuestro pueblo. No pensemos que somos mejores que los estériles al Reino sin preguntarnos antes, con sinceridad, qué es lo que hacemos por nuestro pueblo.

                Compatriotas: Marchemos por el camino que el Sol Eterno nos traza, con decisión, pues sólo de esta forma forjaremos nuestra merecida eternidad soberana.

                Belore está con nosotros.

                Muchas gracias.

              • #18882


                Thundersteel
                Participante

                  Ya estan los flipados de “monto una raid de lvl 60, solo 85 ilvl 350” joder, da por culo tener un 85 si no esta bien equipado, que te conviertes en un paria automáticamente.

                • #18966


                  osODIOaTODOS
                  Participante

                    Es asqueroso, la gente no comprende que para poder equiparse primero no estás equipado y necesitas hacer las raids. Con las heros de resganorte me pasaba igual, siempre me topaba con capullos que te desprecian cuando te estás equipando, como si ellos hubieran nacido equipados o algo así.

                  • #18997


                    osODIOaTODOS
                    Participante

                      Sermón 4 – “de la Victoria del Sol”
                      Predicado por Lerindal vel Noerth ante la Corte del Sol
                      el domingo día 6 de febrero de 2011 a las 20:00 h.

                      Amigos, hermanos, compatriotas. Al igual que hoy y al igual que todos los días, el domingo pasado miraba al cielo y observaba “cómo el Sol se retira una tarde más culminando su triunfo sobre las sombras”. Culminando su victoria una vez más, una victoria permanente y continua que no cesa por oscura que sea la noche. “La Eterna Victoria, sublime, poderosa y heroica, sagrada porque obedece a las Voluntades más altas, absoluta porque jamás ha sido ni será derrotado” os decía, y podemos comprobar que así sigue siendo y será.

                      Las más Altas Voluntades. Nada hay más digno de ser comprendido y nada hay de más honra que aceptarlo. Preguntémonos ahora ¿Qué es lo que debemos aceptar? Su Victoria.

                      No son pocas las sectas que a menudo nos susurran la nefasta doctrina del “equilibrio”. Doctrina que nos dice, como quien vierte un tenebroso veneno en nuestra copa, que la luz y la sombra se necesitan. Sí, hermanos, habéis oído bien ¡Que se necesitan! Semejante creencia concede a las sombras la virtud de existir por sí mismas, y no sólo las ampara dándoles una naturaleza, sino que además las equipara e iguala a la Luz, y lo que es más blasfemo de todo: al Sol que la produce.

                      Los equilibristas, que intentan amoldar la realidad a sus tesis como quien camina por un peligroso alambre inestable, dicen que la luz y la sombra son dos naturalezas que están en permanente conflicto, que son las dos fuerzas que rigen el orden de la existencia, que si una no frena a la otra todo derivaría en el desequilibrio y en el caos. A nosotros, compatriotas, se nos ha sido concedido saber que la Luz viene de Belore, que Él la usa y nos la concede para que Su Voluntad sea hecha. Su Voluntad de Victoria, no de equilibrio alguno. Nosotros, los Hijos del Sol, sabemos que nuestro Padre es Victorioso y Eterno. Nosotros, el Pueblo Sin´dorei, sabemos que Belore reina “tanto en el universo de los vivos como en el Más Allá.” Por lo tanto, sabemos que Belore sí es una solemne naturaleza vital y poderosa, con voluntad y acciones propias. ¿Dónde está el generador de tus sombras, equilibrista? ¿Cuál es su voluntad? Te preguntamos los creyentes bajo la luz del Sol Eterno. Te conminamos a contestar si eres capaz, mas hemos de advertirte que por más que malgastes tu vida en buscar nada hallarás, pues la Nada es lo que buscas, y la Nada nada es.

                      Las sombras, hermanos, solo son cuando la Luz no es. Las sombras, hermanos, solo muestran “su rostro orgulloso, y aun más temeroso, pues asoman sus negras facciones solo cuando Belore se aparta, conscientes de que sólo podrán campar hasta que el Sol Eterno vuelva a vencerlas como cada mañana en su eterna Victoria” decíamos hace tan solo una semana. Las sombras solo son allí donde la Luz se lo permite, y no se lo permitirá por siempre. Belore no nos guía en círculos, como pretenden los equilibristas, Belore no nos guía por un camino sin final, nos guía hacia un Triunfo.

                      Ay, equilibrista, te oigo decir “Pero al igual que el Sol vence cada mañana, también es vencido cada noche”. Me entristece que pienses eso, y te lo digo con el corazón en la mano, pues no eres partícipe de la gran dicha de nuestra esperanza. ¿Nada hemos aprendido? Belore prefiere que nosotros cumplamos Su Voluntad. Belore quiere hacernos fuertes porque somos Su Pueblo. Belore quiere que nosotros seamos adalides de su Voluntad en el mundo y para ello nos concede el don de actuar en Su Nombre, para que nos superemos. Su Luz podría crecer infinitamente, os lo aseguro, y podría conquistar todos y cada uno de los rincones del mundo, pero no lo hace ¿Y por qué no lo hace si puede? Dices. Porqué nos quiere, te digo. Porque es Su gran regalo para nosotros: quiere hacernos partícipes de la Gran Victoria Final. Y nos espera como el padre que ve llegar a sus hijos corriendo a lo lejos, con sus brazos abiertos prestos a abrazarnos orgulloso y feliz por nuestra llegada.

                      Si aun no estás convencido, tú, que dudas del reinado del Sol Eterno, de nuestro Padre, y lo equiparas a la Nada de las sombras, permite que te arroje un poco más de luz que ningún daño te hará, aunque quizá te duela saberlo. La Luz existe porque Belore existe. La sombra existe donde la Luz no está, hasta que esté. La sombra, por tanto, depende de la ausencia de la Luz, no es nada en sí misma. La Nada no tiene una naturaleza, la Nada es la ausencia del “algo”. Es, obviamente, nada en sí misma, y esto es muy importante: No garantiza orden ninguno porque, al contrario, es una mera perturbación del orden. Del orden de lo que existe.

                      La existencia es lo más sagrado, es el bien absoluto. Bueno es lo que existe y lo que nos hace mejores. ¿Cómo podríamos siquiera pensar que no existir es bueno? ¿Cómo podríamos creer que la ausencia de la existencia es buena? Los que algo así buscan, quieren, o defienden solo tienen dos posibles apelativos: o perturbados, o malvados.

                      Tú, que aun sigues dudando de mis palabras, mira a tu alrededor, cada vez estás más solo. ¿Por qué persistes en ese veneno que te corrompe? Deja, por último, que te ponga un ejemplo. ¿Conoces a alguien ciego? ¿Sabes de alguien que carezca del don de la vista? Bien, pues piensa en ello. Piensa en él.

                      Él no ve, pero no porque sea ciego, sino porque se le ha quitado la facultad de ver. Él debería ver, sería bueno que viera, pero no ve. Le correspondería ver, sería lo natural, lo justo, pero no ve. Su ceguera no es más que esa privación, su ceguera es la ausencia de esa facultad. No es nada en sí misma, no tiene una naturaleza. ¿Serías capaz de decirle que su ceguera es natural? ¿Que él no es digno de ver? ¿Qué su ceguera no es mala? ¿Que es justo que sea ciego? Adelante, ve con él, ten valor para decírselo, ponte a su lado, dale la mano, y dile que está bien que él sea ciego ¿No te avergonzarías de ello nada más salir tales palabras de tu temblorosa boca? Obviamente su ceguera es mala, y es mala porque no ve como debería poder ver, como le pertenecería por derecho natural ver. Por lo tanto esa ceguera es una perturbación, una ausencia de lo que debería ser y que si no es, es una desgracia.

                      La Nada además de no ser es imposible que sea. La Sombra además de no ser, es imposible que sea. El Mal, la Sombra y la Nada son la caída de la arena de un reloj, son horas que pasan hasta que el orden llegue, son la espera a que nosotros alcancemos nuestra altura. La Sombra es el anuncio de la Victoria del Sol, nada más.

                      Se que es un tema complicado el que hoy traigo, amigos, por ello no me extenderé más esta tarde. Os invito a reflexionar sobre esto y sobre esta cita de uno de los más importantes capítulos de nuestro Catecismo Beloriano.

                      “¿Hay alguna clase de mandamientos belorianos?

                      Oficialmente no hay ningún texto que recoja los mandamientos precisos. No obstante, sí podemos aplicar de forma causística una serie de comportamientos basados en nuestra divina sindéresis. Es decir, nuestra capacidad de distinguir el bien y el mal.”

                      Distinguir el bien y el mal es una capacidad causística nuestra, es decir, que nos hace comprender, señalar y separar lo bueno de lo malo, la causa y el efecto. No por mandamiento, sino por naturaleza. Encontramos aquí, en resumen, la conclusión con la que hoy me despido. El Mal, la Sombra, la Nada no son una naturaleza existente en sí misma sino que, en nuestra capacidad, las distinguimos como un efecto, un desorden provocado por una causa: la ausencia temporal de la Luz, del Bien, de Belore. Por lo tanto, nuestra “divina sindéresis” es decir, nuestra capacidad para distinguir el bien del mal, pertenece a las más Altas Voluntades que rigen la existencia y su orden, en cuanto a que es “divina” y absoluta.
                      Ello nos demuestra que no existe ningún equilibrio en la naturaleza del Existir, es decir: del Bien.

                      Belore está con nosotros.

                      Muchas gracias.

                    • #56534


                      Jess
                      Participante

                        Hermandad de atrapedd! que llega la nueva raza Que llegan los panditas!! y las colecciones de mascotas. Esto se va a convertir en pokémon!!!

                      Viendo 10 entradas - de la 11 a la 20 (de un total de 20)

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