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En el periódico El Correo hablan un poco de Praga.
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PORTADA PLANES/VIAJES/INTERNACIONALES
Los garitos más alternativos de Praga
MARTA MADRUGA | 5Desde un pub de cuatro plantas donde sirven kalimotxo hasta un local en el que las cervezas llegan sobre raíles. La ciudad de los puentes y las torres revela su carácter en locales llenos de encanto
Como un ensueño de narrador de novelas caballerescas, la ciudad de Praga se alza en imponentes construcciones góticas, renacentistas y barrocas atravesadas en silencio por el río Moldava. “Poema épico de la arquitectura”, se atrevió a definir el poeta Rainer Maria Rilke de la urbe donde nació, un verso que se escribe a cada paso, atravesando sus adoquinadas callejuelas, zigzagueando entre bulevares parisinos aledaños al barrio judío, cruzando el puente de Carlos iluminado por sus grandes farolas o contemplando el reloj astronómico con cabeza erguida.Oferplan EL CORREO
Un pub de cuatro plantas con kalimotxo. Chapeu-Rouge
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En el corazón de Starometska -la margen derecha del río Moldava- encontramos este local de exterior llamativo, pues adornan sus ventanas viejos muñecos usados, figuritas gastadas y objetos varios con pinta de haber sido recopilados durante años sin orden ni concierto en un arranque artístico que resulta algo ‘gore’ y bastante desconcertante. Basta decir que se ha llegado a divisar un cepillo de dientes eléctrico con pinta de haber perdido toda pulcritud higiénica, para hacerse a la idea del escaparate que da la bienvenida al osado que se atreve a cruzar sus puertas.En el interior, mucho más acogedor, podemos encontrar sentido a cualquier escena con una buena jarra de cerveza entre las manos. Este local se fundó en 1919 y pronto se convirtió en uno de los clubs nocturnos más conocidos de la ciudad, además de casi un siglo de historia, este pub cuenta con cuatro plantas y tres escenarios diferentes, donde cada noche se suceden espectáculos, conciertos y sesiones de electrónica, además alberga una pequeña galería para que los artistas más jóvenes puedan exponer su obra.
En la barra encontramos más cañeros de los que estamos acostumbrados a ver, algo que se repite en muchos pubs de Praga, y es que la cerveza checa, aunque desconocida, es una de las bebidas más consumidas dentro y fuera de sus fronteras. Basta decir que la marca Budweiser tiene origen checo, y que el nombre hace referencia a ciudad de Budweis, situada en la antigua Bohemia. Aunque tiempo y disputas legales después, la marca pasó a manos estadounidenses y fue coronada como la ‘king of beers’ o la reina de las cervezas. Pero además, encontraremos otras denominaciones locales dignas de una buena cata si disponemos de tiempo y sed, como Pilsner Urquell o Staropramen. Para los que añoran la tierra en cuanto ponen un pie fuera, pueden pedir ‘houba’, o lo que es lo mismo: Kalimotxo, una bebida así de internacional. (Jakubská 2)Comer y beber entre raíles. Vytopna Railway
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Una opción mucho más familiar y relajada, perfecta para quienes busquen un lugar divertido donde comer o cenar. Vytopna Railway no es solo un restaurante, es una obra de ingeniería a pequeña escala, ya que cada mesa del local tiene el trazado de un raíl por el que pasa un tren de juguete, ¿su cometido? acercar las bebidas a sus clientes. Basta con pedir al llegar al local y sentarse a esperar, en un andén convertido en mesa de restaurante, a que el convoy le acerque a uno su cerveza.Hay quienes se han pasado la tarde enviando mensajitos a través del tren a algún grupo de chicas entre risitas y un inglés chapurreado, el local ofrece diversión asegurada sea cual sea la edad y condición del visitante. No es extraña la estampa del guiri observando con cara de embobado el tren atravesar su recorrido de más de 400 metros, haciendo caso omiso de su ración de patatas fritas. (Vaclavske Namesti, 56)
La referencia del underground. Cross Club
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El Crossclub es quizá, uno de los garitos más singulares que podemos encontrar en la ciudad, se trata de una especie de edificio ‘okupa’ que alberga un espacio multifuncional dedicado al arte, la música y la hostelería. Al acercarnos, saludan estructuras metálicas, futuristas, impregnadas en luces de neón de diversos colores que convencen al turista de que están siendo abducidos por un ente extraterrestre. El interior es aún más llamativo, pues esta decoración marciana a base de cañerías colocadas con maestría y una iluminación íntima hacen de este espacio una experiencia única.Se trata, además, de un lugar de referencia en la escena más underground de la República Checa, donde la música electrónica y la cultura alternativa confluyen dando cabida a un público de todo tipo, ávido de experiencias. Dramaturgos jóvenes y modernos, proyecciones de cine, documentales, charlas, coloquios… Aunque el visitante esporádico podrá disfrutar con tan solo recorrer las distintas salas y admirar la moderna decoración, además, en el último piso aguarda un cómodo y moderno café donde también sirven comidas, la hamburguesa es una de sus especialidades. (Plynární, 23 – Metro Holešovice)
Comida checa casera. U-Fleku
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Pero si se siente fuera de lugar entre tanto moderno, la siguiente opción le permite conocer un restaurante típico donde hacerse con un buen plato de comida checa casera. Codillo, goulash, choucrout, cerveza artesana y un buen chupito de Becherovka son la estrella de la carta de este local de grandes mesas de madera corridas y música de acordeón. La pivo es, en este caso, una cerveza negra y consistente, que absténgase de acabar si no desea beber más, ya que si los camareros ven alguna jarra vacía se apresuran a sustituirla por una nueva.El lugar tiene el encanto de una fábrica de cerveza con más de 500 años de antigüedad, así como el buen ambiente que se genera cuando turistas y locales se ponen a cantar con el descaro y la alegría que entonan unas jarras de cerveza de más. Con el buen tiempo se puede también disfrutar de su terraza interior, todo un espectáculo. (Křemencova, 11)
Yo estuve un año viviendo allí y esa ciudad es la polla, aunque en tema Metal no está muy allá, quitando el Hells Bells (que estaba al lado de mi casa) y el Kain, cerca de la estación de buses de Florenc.
Huye del Chapeau Rouge a no ser que vayas de ligoteo. El Vytopna está gracioso, eso de que te traiga cervezas un tren mola.
El Cross Club mola aunque sea para verlo, pero ojo con lo que te tomas allí. Yo una vez desperté en una calle a las afueras de Praga sin acordarme de nada. La entrada es rollo Blade Runner, hecho todo con hierros, un puto pasote, la música es veneno, pero normalmente cuando llegas allí ya eso te da igual. :despollo:
U Fleku es un desperraturistas.
Para comer: U Buldoka cerca de Andel, casi al lado del Hells Bells, no dejes de probar las costillas con miel.
Para beber: U Havrana por IP Pavlova, tampoco se come mal. La Kozel Negra (pura ambrosía) a 25 coronas (un eurito), fue casi mi casa y los camareros hablan inglés.
Hay una especie de bar secreto que se llama K4, es una cafetería fetén propiedad de la Karlova Univerzita, se sale, a veces hay conciertos tochos allí, yo vi a Death in June. Está en la calle Celetná, en pleno centro, pero en la puerta no pone nada que lo identifique. Yo que tú lo buscaba, es un sótano gótico que mola un huevazo.
Por lo demás, menos en los bares para turistas, vas a beber más barato que nunca. Y OJO, si alguna vez ves algo que se llame TUZEMAK, ni se te ocurra catarlo, es un ron de patata que provoca las peores resacas del mundo.
Sobre la moneda, aunque allí sea más barato el cambio, yo llevaría un poco al menos para el primer día, no sea que os alojéis en una zona no demasiado turística y no encontréis una oficina de cambio. Lo de que te cobran en euros es sólo por el centro.
Gracias por las recomendaciones. El Hells bells me pareció un garito muy flipante, muy grande y muy barato (menos de un euro jarras de medio litro de Staropramen 0.o ) Eso sí lo de que se pueda fumar lo llevo FATAL, y curioso lo de poner discos enteros y también lo de salir de España ( o Madrid XD) y ver que nadie baila nunca xDD rollito mesas + sillas.
Fuimos a alguno de los bares que ha puesto bardo, incluida una taberna medieval muy pequeñita por Mala Strana y fuera de horario de show, un sitio increíble,al igual que la zona del Monasterio de Strahov, su biblioteca y la cervecería con su birra propia (San Norbertus). La cerveza que más me gustó con diferencia fue la Kozel negra, ya que la Plisner me resulta muy amarga y la Staropramen muy normalita. Increíble lo bien que la tiran 0 gas, perfecta.
Una ciudad fascinante, muy recomendable de visitar.
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